¿Cómo en el aula se puede fomentar el pensamiento crítico en la era digital?
Según reportes de la OCDE, los accesos de internet móvil en Chile crecieron en 23,7% desde junio de 2017 a junio 2018. Cada vez hay más personas con acceso a dispositivos móviles y, con ello, a toda la información que existen en la web y las redes sociales.
Esta hiperconexión, que se genera principalmente en las nuevas generaciones, incluso está impactando en la forma de informarse, aprender e incluso relacionarse. Ese escenario también genera un desafío para las instituciones de educación, sus profesores y aquellos jóvenes que quieren estudiar alguna Pedagogía respecto a las innovaciones metodológicas que se requiere implementar en las aulas y la urgencia de promover el desarrollo del pensamiento crítico de las nuevas generaciones frente a la sobreexposición de información y contenido virtual.
“Hablar hoy de pensamiento crítico en Educación Básica más que un desafío es un deber, al igual que lo es lograr formar por medio de la educación formal a ciudadanos críticos, reflexivos e informados que sean competentes en el uso y desarrollo de tecnologías propias de esta nueva sociedad del conocimiento e información”, subrayó Lilian Moreno, profesora de Educación General Básica y docente de la Universidad Finis Terrae
El pensamiento crítico en el mundo de la enseñanza, según los académicos Warnick e Inch de la Universidad Estatal de Sacramento, supone la habilidad para explorar un problema, cuestión o situación; integrando la información válida sobre los mismos, para llegar a una solución o hipótesis y justificar una propuesta.
Por esto, los investigadores plantean que es necesario estimular el desarrollo del pensamiento desde una temprana edad, para que así las personas sean capaces de usar la información que circula por internet para potenciar conocimientos previos en la toma de decisiones y la resolución de problemas. Este puede ser facilitado a través de la acción docente, potenciando el aprendizaje de los estudiantes.
Educación y la “Generación Z”
Según EducarChile, la educación facilita el desarrollo del aprendizaje o de la adquisición de conocimientos. Por lo tanto, este proceso tiene dos objetivos: por un lado, se educa sin la necesidad de conocimientos previos y, por otro, enseña el poder razonar, distinguir puntos de vista, además de sacar conclusiones de manera autónoma. En otras palabras, usar la información para tener conocimientos nuevos, tomar decisiones y resolver problemas, para convertirse así en un pensador crítico.
Esta generación, conocida como “Generación Z”, tiene ciertas características que los diferencia de las anteriores. Académicos citados en análisis realizado por docentes españoles, “La competencia digital de la Generación Z: claves para su introducción curricular en la Educación Primaria”, coinciden en destacar la capacidad que tienen los jóvenes en la inmediatez de respuestas y su deseo de una interacción continua y rápida.
Por esto mismo, la educación tiene la misión y responsabilidad de ofrecer estas respuestas ajustadas hacia una escuela 2.0, utilizando la competencia digital de una manera efectiva, destacando la necesidad de una alfabetización crítica y participativa en la creación, manejo y en la difusión de la información entregada.
¿Cuáles son las herramientas o habilidades para enfrentar esta nueva era?
La comunicación, la colaboración y la creatividad se han destacado como habilidades necesarias para introducirse en esta nueva era.
Lilian Moreno, docente de la carrera de Educación General Básica asegura que el acceso a la información no es el problema: “lo verdaderamente crítico es tener las competencias necesarias para “dialogar” con la información, discriminar su veracidad, procesar, sintetizar, reinterpretar, tomar decisiones de manera reflexiva, todos, elementos propios del pensamiento crítico y que en las Bases Curriculares de Educación Básica Chilena se desglosan en diversos apartados”.
Además de estas, según EducarChile, es importante aplicar diversas competencias en el aula para potenciar el pensamiento críticos del alumnado.
- Crear un aula que incentive valores como la verdad, mentalidad abierta, empatía, racionalidad, autonomía y autocrítica.
- Promover un ambiente donde el estudiante pueda describir y explorar sus propias creencias, expresar libremente sus sentimientos y comunicar sus opiniones.
- Explicar los propósitos, la metodología y las formas de evaluación de los objetivos de aprendizaje antes de comenzar las clases.
- Fomentar el debate en voz alta para que los alumnos tomen confianza en su capacidad de razonamiento.
- Enseñar a leer, analizar y procesar la información en lugar de hacerlo por ellos.
- Presentar temas complejos con sus conceptos y posibles problemas a resolver.
- Fortalecer los puntos de vista ofreciendo la palabra a quienes no levantan la mano y pidiendo a los demás sintetizar lo que dicen.
- Incentivar que los estudiantes comuniquen su razonamiento y conclusiones finales.